Nosotras somos Nuria y Paulina, madre joyera e hija diseñadora.
La joyería llamó nuestra atención en rubros distintos, por hobbie y por oficio. Durante la cuarentena logramos coincidir y encontrarnos, resultando en este emprendimiento que hace años se venía postergando: Wabi Sabi.
¿Por qué el nombre?
“Wabi connota simplicidad rústica, frescura, elegancia sutil y discreta. También refiere a peculiaridades o anomalías que surgen durante el proceso de construcción y dotan de elegancia y unicidad al objeto.
Sabi es la belleza o serenidad que aparece con la edad, cuando la vida del objeto y su impermanencia se evidencian en su pátina y desgaste, o en cualquier arreglo visible.”
Creímos que era perfecto para describir nuestro trabajo, que hoy tenemos el placer de compartir con ustedes.